"Un historiador, un fotógrafo y un arquitecto técnico se unieron hace más de tres años para acometer el reto de investigar e ilustrar todos los faros que señalizan la costa gallega. El resultado -un volumen que supera las seiscientas páginas- fue presentado ayer en A Coruña por la Fundación Caixa Galicia, editora de la obra.
Primero fueron lámparas, después linternas y después el mecanismo que nos llama, que nos une". Así resumió el catedrático de Economía, Fernando González Laxe, la historia de los faros. El autor de los textos de los Faros de Galicia, Jesús Ángel Sánchez García, se refirió asimismo a los primitivos faros de las edades Media y la Edad Moderna, que no eran más que fuegos que ardían en lo alto de los montes para avisar de ataques enemigos.
A mediados del s. XIX el gobierno español diseñó un plan para iluminar toda la costa gallega, que culminaría cincuenta años después. La peculiar estructura de los faros los convirtió, según Sánchez García, en "un reto constante a la naturaleza" que José Luis Vázquez Iglesias ilustra con sus fotografías de la obra.
TORREROS
La figura "romántica" de los torreros o fareros fue recordada con gran emotividad durante la presentación de la obra. José Manuel Yáñez Rodríguez, autor de las planimetrías que acompañan a los textos, se refirió a José Caamaño, encargado durante treinta años de la torre de Hércules, en A Coruña. "El cuerpo es profesionalidad y sentimiento" escribía Caamaño.
La torre de Hércules ha tenido mucho de referencia para los autores del libro. De hecho, Sánchez García destacó que la segunda parte de la obra es "un recorrido desde el faro por excelencia, la torre de Hércules, a los faros". El autor recordó asimismo que el edificio albergó durante tres años una escuela de torreros, que fue trasladada "curiosamente" a Madrid.
"Los faros son un ejemplo de la identidad del pueblo gallego" manifestó González Laxe. A pesar de ello, según recordó Sánchez García, ningun faro gallego ha sido declarado de interés cultural: por ello los autores expresaron su voluntad de que la obra se convierta en un "libro-faro" que sirva para "iluminar y revalorizar" estas peculiares construcciones.